sábado, junio 05, 2010

6 Niños con hambre en Haití
Aún publico

Decidió hacer su fiesta de despedida, para disfrutar de un último momento junto a la gente que la "conocía" antes de suicidarse. Porque creía que no podría ser tan indigna de morir sin antes decirle "chao" a alguien. La decisión la tomó cuando hace algunas semanas se dio cuenta de que no tenía a nadie. Organizó la fiesta para compartir con esas personas y conversar de la vida, aunque sin decirles ni dejar indicio de lo que haría. Lo pasó bien: supo de sus vida, ellos de la suya, quedaros en tomarse algo por ahí porque se dimos cuenta de que trabajaban relativamente cerca para toparse uno que otro día. Como con una de esas "amigas" de la universidad quedaron de verse un día, preferió no matarse, porque no quería darle esa excusa para faltar a la reunión. No se hizo nada. La "amiga" no llegó. No se mató. Empezó de nuevo a sentirse sola y decidió hacer algo para terminar con su vida. Pero antes se sintió obligada a despedirse indirectamente de "su gente". Nuevamente organizó la fiesta. No se pudo suicidar. Nadie llegó. No tenía de quién despedirse.